DIARIO LAS PROVINCIAS. 9 DE NOVIEMBRE DE 2008
La guerra como un juego
El Aeroclub del Grau de Castellón acoge una reunión de aficionados a la historia
militar y la recreación de batallas
L. MILLO| CASTELLÓN
Batallones del ejército alemán de la Segunda Guerra Mundial, marines americanos
del Desembarco de Normandía, tropas destinadas en Vietnam y destacamentos de la
contienda Civil Española se han apoderado, este fin de semana, del Aeroclub del
Grau de Castellón. Junto a ellos, se podían ver soldados de las guerras
napoleónicas e, incluso, una milicia urbana del siglo XVII. Todos ellos
debidamente pertrechados y equipados para entrar en acción.
O no del todo. Las armas, muchas de ellas originales, suelen estar inutilizadas
para el disparo. Y las que sí disparan, lo hacen con balines o simple fogueo.
Todo ello, gracias a una afición compartida por cada vez más gente en este país,
como es la recreación militar histórica, que este fin de semana vive su segunda
concentración en Castellón.
"A la mayoría de la gente que participa de esto nos une la pasión por la
historia", manifestó Javier, presidente de una asociación malagueña que recrea
distintas épocas como la romana, la medieval o la segunda guerra mundial. En
esos términos se expresó Jacobo, de Bilbao. "Me uní hace un par de años a mi
agrupación porque me gusta el estudio del pasado", señaló. Juan, de Madrid,
vestido con el uniforme de oficial del ejercito ruso, apuntó: "Los que tenemos
esta afición éramos los que no jugábamos a fútbol, sino a la guerra en el
colegio, y así seguimos".
Una afición, en cualquier caso, que cuesta cara. "En los primeros siete meses me
he llegado a gastar mil euros entre el uniforme y el arma", confesó Jacobo.
Todos coincidieron en señalar que ahora es fácil encontrar uniformes de réplica.
"Internet ha abierto un mercado que está siendo aprovechado por muchos nuevos
iniciados en esto", explicó Juan, que como recreador del ejército rojo indicó
que "Ucrania es donde compramos mucho material". Javier apunta a China como
suministrador de uniformes "a un precio más asequible".
Los más veteranos presumían de material original. "Ahora es mucho más caro
porque ha aumentado la demanda. Antes un fusil mauser podía costar unos 400
euros y ahora cuesta cerca de 900", observó Luis Miguel, de Madrid y presidente
de una agrupación que recrea la Novena compañía de la Francia libre en la
Segunda Guerra Mundial, formada en su mayoría por soldados españoles huidos de
la Guerra Civil. "En estas reuniones nos juntamos con otra agrupación de
Barcelona que también rinde homenaje a este destacamento y con la que guardamos
una relación excelente", añadió.
Los displays o campamentos muestran piezas de atrezzo muy cuidados, como las
tiendas de campaña, sacos terreros, camillas, utensilios médicos, armamento y
hasta vehículos. Destacan, entre ellos, las motos con sidecar alemanas o los
jeeps del ejército americano, que se usaron en la recreación de una batalla
llevada a cabo ayer por la mañana.
Tras la misma, llamó la atención que los soldados de ambos bandos se fundieran
en un abrazo de amistad. "Aquí nos conocemos de venir a las concentraciones y
nos une más la afición que lo que nos separa el uniforme", afirmó Luis Miguel.
Javier, el malagueño, hizo hincapié en el carácter apolítico de esta afición.
"Aunque vistamos un traje alemán, procuramos evitar interpretaciones políticas y
reivindicativas", subrayó. Juan, en cambio, apuntó que "elegir un ejército
indica cierta tendencia, aunque no por ello los que visten de alemán son nazis o
los de ruso son comunistas".
Más alejados en el tiempo, una asociación de Algemesí recuerda la Milicia
Efectiva que surgió en esta localidad valenciana en 1608. "Esto nació para
recrear los regimientos valencianos de la Guerra de la Independencia, pero este
año se ha cumplido el 400 aniversario de esta Milicia y hemos ido un par de
siglos atrás, con picas, mosquetes y uniformes más acordes a la época de Felipe
III", explicó Joaquín Blasco, presidente y fundador de la agrupación.