Levante-EMV: 26/07/10
Cortes revive la tragedia morisca
Cortes de Pallás recrea la sublevación que siguió al decreto de expulsión de
1609 - Cientos de vecinos y visitantes disfrutan del espectáculo
Expulsados de un "paraíso perdido" Comunitat Valenciana
Cortes revive la expulsión de los moriscos
Recreación histórica. El Valle de Ayora volvió a ser morisco unos instantes.
Cortes de Pallás recreó ayer la sublevación que siguió al decreto de expulsión
de 1609, un auténtico drama para el antiguo Reino de Valencia, pero
especialmente traumático en una comarca de aplastante mayoría de origen
musulmán. Cientos de vecinos y visitantes de otros lugares vibraron con la
recreación, que el municipio quiere convertir en cita anual.
JOSÉ LUIS GARCÍA CORTES DE PALLÁS
Si la mejor forma de superar los dramas del pasado es enfrentarse con ellos,
Cortes de Pallás se asomó ayer al mayor fantasma de su memoria. La Asociación
Napoleónica Valenciana recreó, en el día del Apóstol Santiago, el trágico
episodio de persecución, represión y expulsión de los moriscos decretado por
Felipe III en 1609; una expulsión que tuvo en Cortes y en el Valle de Ayora el
mayor foco de resistencia dentro del Reino de Valencia.
En hora y media, unos 70 miembros de esta entidad de divulgación histórica
reprodujeron en las calles del pueblo -como si fuese una película de aventuras-
los tiempos del viejo esplendor morisco, cuando los descendientes de los
musulmanes constituían casi la totalidad de los más de mil habitantes de Cortes.
Pero también reconstruyeron la lectura del decreto de expulsión y sus
consecuencias: la resistencia de los vecinos del Valle, escondiéndose entre los
vericuetos de su agreste orografía. Con esta iniciativa, el ayuntamiento de
Cortes pretende revitalizar un pueblo que hasta el siglo XX no se recuperó de la
despoblación salvaje que supuso la expulsión de 1609. Y también recordar, que no
celebrar, aclara el alcalde, Alberto Sáez.
A eso se dedicó ayer por segundo año la Asociación Napoleónica, la única que
recrea el episodio de 1609. Un espectáculo de tambores, estallidos de arcabuces,
escarceos y diálogos de época cuidados al detalle que entusiasmó a varios
centenares de vecinos y visitantes de otros municipios. "Esto es genial, le da
vida al pueblo y atrae a mucha gente", comentaba Manuel mientras se fotografiaba
con su hija junto a los "recreadores".
Por un lado, 30 hombres revivían a los efectivos de la Milicia Efectiva del
Reino de Valencia, un ejército que sólo actuaba dentro de las fronteras
valencianas. Con ellos, el Tercio de Lombardia, soldados profesionales del
Ejército español, enviados para prender a todos los moriscos del reino y
llevarlos hasta Dénia, Vinaròs, Alicante o Valencia, donde les embarcaban con
destino al norte de África.
Frente a sus arcabuces, corazas y cascos, varias decenas de hombres, mujeres y
niños representaban al pueblo de campesinos y sus familias, que ataviados con
piedras, armas blancas y algún arcabuz, trataban de hacer frente a la infantería
más temida de Europa. Como hace 401 años, ayer no hubo consuelo para los
sublevados en la Muela de Cortes, a los que esperaba el destierro y la
hostilidad en el norte de África, donde no se les reconocía como a musulmanes.